05 Abr Todos están de acuerdo: las compañías necesitan crecer
XAVIER MALLAFRÉ. Socio de Closa
Aberto del Pozo, economista del gabinete técnico confederal de UGT dice que hay que “aspirar a tener un colectivo más importante de sociedades con un tamaño de entre 250 y 500 empleados.” Añade que “una estructura sesgada a la microempresa genera graves problemas en el tejido productivo. El tamaño es un factor clave para invertir. Tener crédito en buenas condiciones es clave, y cuando más grande es una compañía más fácil, y generalmente en mejores condiciones, es su acceso a los préstamos. Además, para invertir, se necesitan economías de escala, gnerar sinergias, y eso solo se logra con una dimensión mayor.”
Por su parte, Yolanda Fernández, directora técnica del proyecto de mediana empresa del Círculo de Empresarios manifiesta que “si España tuviese la misma estructura empresarial que Alemania, la productividad de nuestra economía sería un 13% mayor.”
Y parece que no les falta razón: el número de compañías en España ha pasado de 3,42 millones en 2008 a 3,11 millones en 2014, según el Directorio Central de Empresas (Dirce). El 1 de enero de 2014 últimos datos disponibles más de 1,67 millones de empresas no empleaban a ningún asalariado (eran sociedades dadas de alta por autónomos). Otras 921.000 (el 29,5% del total) tenían entre uno y dos trabajadores, y los grupos con 20 o más asalariados solo sumaban 60.170.
De acuerdo con los cálculos de Eurostat, en España el número medio de trabajadores por empresa era de 4,7 en 2014. Esta cifra solo es menor en Italia (4 empleados) y está bastante lejos del tamaño empresarial de Francia (5,7 empleados), Reino Unido (11 trabajadores) y Alemania (11,7 asalariados).
TAMAÑO Y PRODUCTIVIDAD
Según el Círculo de Empresarios, en su informe de 2014, si en España la distribución del empleo de las empresas por tamaño fuese similar a la de Reino Unido, “durante la crisis se hubieran salvado, ceteris paribus, más de 500.000 puestos de trabajo.”
La realidad ampara esta visión: el tamaño de las empresas está vinculado a la productividad. En 2013 según la Encuesta Industrial de Empresas elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la productividad total de la industria manufacturera fue de 53.623 euros. Mientras que la productividad en la microempresa (menos de 10 empleados) se situó en 27.099. En el caso de las grandes corporaciones (250 o más asalariados) la media ascendió a 77.077.
EN ESPAÑA LA MEDIA DE TRABAJADORES POR EMPRESA ES 4,7. EN FRANCIA, 5,7 Y EN ALEMANIA, 11,7
También, según el mismo estudio, las empresas industriales de 50 o más empleados son las más enfocadas a la exportación, con más de un 30% de su facturación al exterior, según los últimos datos del INE. En cambio, en las sociedades pequeñas (de 10 a 49 miembros de plantilla) la exportación significa el 20% de la cifra de negocio, y la microempresa sólo destina el 6,9% de sus ventas a otros mercados. La dimensión empresarial está muy relacionada con la longevidad de las empresas, una característica muy deseable, según La Caixa Research, ya que niveles de madurez más altos contribuyen a consolidar la capacidad de producción y la penetración del mercado.
En este sentido, de entre las empresas españolas con 20 o menos asalariados, solo un 14% había cumplido más de 20 años, de acuerdo con los datos del Dirce. En cambio, en las empresas de más de 20 trabajadores esta ratio alcanzaba el 43%.
EXISTEN SOLUCIONES
Un primer análisis del tejido empresarial español lleva a la conclusión de que el tamaño de las compañías es la consecuencia directa de tener una economía enfocada principalmente al sector servicios, donde dominan las sociedades de dimensiones muy reducidas. Este segmento de actividad, excluido el comercio, aglutina al 56,2% de las empresas españolas. Sin embargo, los expertos creen que esta explicación no es suficiente a la hora de analizar las razones de la supremacía de la microempresa en España.
Como veremos en este dosier, existen explicaciones históricas, culturales y legislativas que llevan a esta realidad no deseada, pero también existen soluciones para que cada empresario pueda, de acuerdo con su estrategia, alcanzar un tamaño más óptimo y que le permita así ser más competitivo para su bien propio y el de la sociedad en general.